Hace poco más de
un año que nos mudamos y desde el primer día que me asome a ver las vistas tan
maravillosas de nuestro, hoy en día, hogar… Avisté a dos pequeños bejeques que
crecían en el tejado del edificio.
Después de unos
25 años, el tejado se había ganado y con creces, que estos pequeños le dieran
el honor de crecer en él. Han pasado de
todo y ahora solo queda uno, una pena, ¡pero nos queda un sobreviviente!
Y aquí les
presento a nuestro Aeonium Holochrysum
que se aferra a las tejas gracias a un pequeño trozo de musgo… Tengo que
confesar que me costó identificarlo, pero más que nada porque no me había
fijado en todos aquellos que decoran las calles y tejados colindantes.
El Aeonium
Holochrysum crece en las Islas Occidentales desde el nivel del mar hasta los
1500 mtr., la floración se produce noviembre a junio con un espectacular
ramillete cónico de flores amarillo-doradas.
Como pueden ver,
pueden tener las hojas decoradas con líneas irregulares de color púrpura… pero
hay ejemplares que no las presentan.
Iniciando el proceso de la floración
Un Aeonium
arbustivo que puede dar mucho juego en jardinería y en el cultivo en maceta,
agradecido y sin grandes necesidades hídricas,
pero que acepta de muy buen gusto el riego y que nos agradará con un
crecimiento más compacto y con rosetas mucho más grandes, aparte de una floración
más exuberante.
Por otro lado, es
una gran apuesta para jardines xerófitos, ya que en su hábitat natural crece en
las mismas, sobre rocas y riscos.
Holocrhysums en el tejado de una casa antigua cercana a casa
Sin duda alguna,
es una planta que tiene que tener en su colección todo amante de las
suculentas.
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